Personajes Alfonso Diez |
* De
la vida real a la novela y luego al cine
En el kilómetro 48 de la carretera federal que va de la Ciudad de
México a Cuernavaca, del lado izquierdo, están clavadas catorce cruces que
señalan el lugar donde fueron asesinados el general Francisco R. Serrano y sus
trece acompañantes el 3 de octubre de 1927, por órdenes del presidente Plutarco
Elías Calles, en un paraje que pertenece al municipio de Huitzilac.
Era el fin de lo que comenzó como una lucha política por la
Presidencia de la República. Por un lado, Serrano y Arnulfo R. Gómez, que
buscaban la candidatura por el Partido Nacional Antirreeleccionista y por el
otro Álvaro Obregón, que apenas tres años antes había terminado su mandato como
titular de la Primera Magistratura. Sus incondicionales del Congreso cambiaron
las leyes que le impedían la reelección.
Los aprehendieron en Cuernavaca y de regreso a la ciudad de México,
como a las diez de la noche, fueron acribillados por la partida de militares al
mando del general Claudio Fox que los llevaba en varios vehículos.
Los sucesos fueron descritos en una novela por Martín Luis Guzmán,
“La Sombra del Caudillo” (cambiando los nombres de personas y lugares) que fue
publicada en Madrid, donde el escritor residía, en 1929.
31 años después, Julio Bracho dirigió la película con el mismo
nombre, basada en la novela, sin saber que no iba a poder exhibirla hasta
muchos años después porque todavía tocaba las fibras sensibles de algunos
políticos y militares. Fue hasta el 25 de octubre de 1990, 63 años después de
los sucesos de Huitzilac, que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari autorizó
su exhibición en una sala cinematográfica. Bracho había muerto en 1978.
En ¨La Sombra del Caudillo”, los acontecimientos tienen lugar en
Toluca (Cuernavaca en la realidad). Al lugar de los asesinatos (Huitzilac),
punto medio entre Cuernavaca y el Distrito Federal, Guzmán lo llama
Huixquilucan, el punto a mitad del camino entre Toluca y la misma Ciudad de
México.
Serrano era gobernador del Distrito Federal, en la novela es el
ministro de Defensa, Ignacio Aguirre, cuyo papel interpreta en la película el
actor Tito Junco.
El presidente de la República en la novela fue interpretado para el
cine por Miguel Ángel Ferriz, y en la realidad es Álvaro Obregón (que ya no era
presidente), el candidato que buscaba la reelección y a quien verdaderamente se
identifica como “El Caudillo”.
El secretario de Gobernación, Hilario Jiménez en la novela y en la
pantalla, refleja realmente a Elías Calles (el presidente) que obedecía al
caudillo, aunque en la novela es Jiménez el que busca la candidatura, personificado
por Ignacio López Tarso en la filmación.
El periodista que se salva de la muerte tras ser herido en el lugar
de los asesinatos y huir perseguido por los militares, Axkaná González en la
fantasía escrita y cinematográfica, era en realidad Francisco J. Santamaría,
que se salvó de otra manera: cuando los detenidos eran conducidos en fila por
las calles de Cuernavaca, éste, que era el último en la columna, logra
escabullirse por diferentes callejuelas para después escapar de la ciudad y del
país.
Doce años después, Santamaría narró los hechos en la revista Hoy,
que dirigía su paisano tabasqueño, Regino Hernández Llergo, y finalmente
publicó, en 1979, un libro con el título de “La Tragedia de Cuernavaca en 1927
y mi escapatoria célebre”. El papel de Santamaría para el cine lo hizo Tomás
Perrín.
Pero uno de los detenidos efectivamente se había escondido sobre un
montículo (José Villa Arce) y cuando Marroquín Montalvo (uno de los asesinos)
se da cuenta de su ausencia, grita: “falta uno” y Villa Arce responde: “aquí
estoy”, firmando su sentencia de muerte.
El que comandaba la columna que asesinó a Serrano era el general
Claudio Fox, pero el que llevó al cabo el asesinato de manera cobarde fue el
coronel Marroquín, interpretado en la película por Noé Murayama como el mayor
Segura.
Los trece que murieron asesinados junto con Serrano fueron: el
general de brigada Carlos A. Vidal, general Daniel M. Peralta, general Miguel
A. Peralta, general Carlos Ariza Pineda, mayor Octavio R. Almada, capitán
primero Ernesto Noriega Méndez, capitán Augusto Peña, licenciado Rafael
Martínez de Escobar, licenciado Otilio González, licenciado Enrique Monteverde,
Antonio L. Jáuregui, José Villa Arce y el periodista Alonso Capetillo.
Otros actores y actrices que intervinieron en la filmación fueron:
Carlos López Moctezuma, Bárbara Gil, Víctor Manuel Mendoza, José Elías Moreno, Kitty
de Hoyos, Antonio Aguilar, Roberto Cañedo, Agustín Isunza, Prudencia Grifell,
Víctor Junco, Narciso Busquets, José Luis Jiménez, Luis Aragón, Xavier Loyá y
Arturo Soto Rangel.
Arnulfo R. Gómez, el otro precandidato antirreeleccionista, fue
alcanzado por los soldados un mes después de la tragedia de Huitzilac cerca de
Coatepec, Veracruz y fusilado en el panteón de Teocelo el 4 de noviembre de
1927.
Álvaro Obregón, finalmente ganó las elecciones y se convirtió en
presidente electo, pero no pudo tomar posesión, fue asesinado por José de León
Toral en San Ángel, Distrito Federal, en un lugar conocido como La Bombilla, el
17 de julio de 1928. A la fecha, se conserva el monumento a su memoria en el
lugar en que fue ultimado.
Todos eran de Sonora: Adolfo de la Huerta, el presidente que sucedió
a Venustiano Carranza tras su asesinato en Tlaxcalantongo. Luego le siguió
Álvaro Obregón y después Plutarco Elías Calles.
Los tres generales sonorenses que querían la silla que dejaba Elías Calles no lo consiguieron. Serrano, Gómez y Obregón murieron asesinados. |